Jamón serrano.
Un buen melón se escoge con algunos trucos. Que tenga muchos surcos por fuera indica, o al mneos eso me decían a mí, que era dulce.
Ver que los extremos no staban muy blandos y que al palparlo con golpes sonaba a hueco.
La suerte es un factor determinante en estas frutas que a veces no están maduras del todo.
Una vez que tenemos el melón, lo cortamos en rodajas y le quitamos las pepitas.
Ponemos el jamón serrano en lonchas muy finas por encima y a disfrtas de una comida salada-dulce que siempre me ha gustado.
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